La violencia basada en el género (VBG) es un término utilizado para describir los actos perjudiciales perpetrados en contra de una persona sobre la base de las diferencias que la sociedad asigna a hombres y mujeres. Mientras que se entiende a veces que la interpretación más amplia de la violencia de género incluye tipos específicos de violencia contra hombres y niños, tanto históricamente como en la actualidad el término se utiliza principalmente como una forma de poner de relieve la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a las diversas formas de violencia en los lugares donde son víctimas de la discriminación porque son mujeres. Entre los ejemplos de violencia de género que afectan a las mujeres y las niñas en todo su ciclo vital cabe destacar: el aborto selectivo por razones de género, las diferencias en el acceso a la alimentación y los servicios, la explotación y el abuso sexual, el matrimonio infantil, mutilación/ablación genital femenina, el acoso sexual, el abuso en el precio de la dote, los asesinatos de honor, la violencia doméstica o íntima, la privación de la herencia o de los bienes, y el maltrato de las personas mayores.
Un aspecto fundamental de la violencia de género contra las mujeres y las niñas es que la violencia se utiliza en las culturas de todo el mundo como una forma de preservar y mantener la subordinación de la mujer con respecto al hombre. En otras palabras, los actos de violencia contra las mujeres y las niñas son a la vez una expresión y una manera de reforzar la dominación masculina, no sólo sobre las mujeres y las niñas individuales, sino las mujeres como una clase entera de personas. La violencia tiene sus raíces en los desequilibrios de poder y desigualdad estructural entre hombres y mujeres.
Aclarar que la discriminación de género es un elemento central en la comisión de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas refuerza las obligaciones de los estados para trabajar hacia la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas como parte de sus responsabilidades para proteger y promover los derechos humanos universales.
En estos casos, la comunidad humanitaria tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad, el bienestar y los derechos de las personas en riesgo de violencia de género, independientemente de si existen datos sobre el verdadero alcance del problema. Es probable que los datos disponibles sobre la violencia de género, incluidos informes de la policía, jurídicos, médicos o de otras fuentes, sólo representen una proporción muy pequeña del número real de incidentes de violencia de género. Por lo tanto, se debe asumir que la violencia de género será un problema en toda situación de emergencia, lo que requiere que todos los actores humanitarios (por ejemplo, las personas que trabajan dentro y fuera de los sectores de agua y saneamiento, salud, nutrición, logística, educación, protección, etc.) tomen medidas para hacerle frente.
En caso de emergencia, los sistemas de protección de la infancia –incluidas las leyes, políticas, normas y servicios en todos los sectores sociales, en especial de bienestar social, educación, salud y seguridad– se debilitan e interrumpen. El desplazamiento y la separación de las familias y las comunidades colocan a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de violencia y abuso. La violencia sexual puede ser utilizada como método de guerra para brutalizar e infundir miedo a la población civil.
De acuerdo con Directrices sobre la violencia basada en el género en situaciones de crisis humanitaria, del Comité Permanente entre Organismos, UNICEF se compromete con los principios de seguridad, confidencialidad, respeto y no discriminación centrados en la persona sobreviviente, que tratan de minimizar el daño y maximizar la eficiencia de las intervenciones de prevención y de respuesta. El enfoque de UNICEF para hacer frente a la violencia de género reconoce que la lucha contra la violencia de género requiere una estrategia integral que dé prioridad al acceso a los servicios y fomente a la vez un entorno protector por medio de la coordinación de la prevención de la violencia de género y las actividades de respuesta de todos los actores humanitarios. UNICEF y sus aliados apoyan las reformas de las políticas y la implementación de mecanismos para fomentar un entorno protector para mujeres, niñas, hombres y niños. UNICEF promueve el fortalecimiento de la capacidad del personal de salud, bienestar social, justicia y seguridad para reconocer y controlar la violencia de género mientras que proporciona a los sobrevivientes unos servicios rápidos y respetuosos. Por último, UNICEF apoya los debates de la comunidad que abordan las normas de discriminación para cambiar los comportamientos nocivos y poner fin a la violencia de género.
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Créditos: unicef.org